jueves, 31 de mayo de 2012

Las metáforas del mundo on line 15


Multitasking, ¿tara o habilidad?

Esta entrada es un e-fragmento con ligeras modificaciones publicado originalmente en el diario Crónica de Hoy. De manera complementaria a esta entrada, recomiendo la lectura del siguiente texto de la BBC: Cómo internet hace nuestro mundo más cerrado y menos diverso

Imagen retomada de la página boomertechtalk.com.

Darwin para todo


Este debate no es nuevo, se recicla y hasta se inventan neologismos que abarcan algunos malestares producidos por estos excesos: infoxicación, por ejemplo, es un término acuñado por el físico Alfons Cornellá que explica el estado en el que puede caer un individuo sometido a excesos informativos que rebasan su capacidad de proceso.

La crítica a la cultura en línea tiene necesariamente que atravesar por un proceso dialéctico. Algunos de sus apologistas hablan de cambios estructurales en el cerebro que se gestaron prácticamente en el transcurso de una generación.

Las explicaciones darwinistas, tan acogidas por el pensamiento tecnofílico, encuentran en esta tierra abono para el florecimiento de interpretaciones peligrosas que le vienen bien al mercado, que modela, de múltiples formas, a los esclavos del Siglo XXI y una de ellas es echar mano del pobre Darwin a la menor provocación.

Veamos dos de las interpretaciones neoevolucionistas más socorridas:

1)Los más aptos serán aquellos que puedan procesar más información y tomar las decisiones adecuadas sin conflicto. En términos digestivos podría decirse que aquellos que pasen más horas frente a cualquier clase de pantalla conectada a la red, saltando de un vínculo a otro, sin indigestarse, tienen más desarrolladas sus capacidades de adaptación al ambiente. ¿Será?

2)El mundo de los triunfadores, el liderazgo SEO, (escoja por favor la atrocidad verbal del marketing que más le agrade) será para quien sepa manejar adecuadamente el multitasking, barbarismo que explica la habilidad de algunos individuos para atender el celular, hurgar en su nariz y colgar estupideces en su muro de Facebook al mismo tiempo. Visto lo anterior con menos recelo podríamos decir que son los que pueden leer el correo en el teléfono, mientras acomodan su escritorio y acaso saludan con un gesto a un compañero de trabajo.

Si la capacidad de adaptación al ambiente la medimos por horas en línea, consumos digitales y habilidades para desarrollar más de dos tareas a la vez, tendríamos que añadirle a este modelito el elemento cualitativo.

Se trata de un debate que antecede a Google y prosigue con él pues el misterio de su algortimo y la exactitud de sus búsquedas dejan mucho que desear.

En este punto hay quienes sostienen que los más aptos son glotones de bytes de calidad. Un ejemplo hipotético con algunos grados de maniqueísmo, podríamos encontrarlo en esta viñeta de contrastes. De un lado tenemos a quienes leen portales de noticias de calidad mientras escuchan ópera, contra quienes en 140 caracteres le avisan a la cibercomunidad desde su blackberry que comieron una torta de queso de puerco a las 11:00 horas, mientras se limpian las comisuras con el dorso de la mano.

Por supuesto que el consumo y la participación de calidad en línea son más valorados que las participaciones contrarias.

Pero ¿dónde dejamos a quienes prefieren modos de apropiación de conocimiento fuera de línea, a quienes disfrutan más de la música sin hacer otra cosa al mismo tiempo, a quien usa su celular sólo cuando sale de su casa o  a quien, incluso, lo evita?

La digitalización está modificando nuestras vidas. Este proceso, lamentablemente, está acotando los espacios para la libre elección y ahí se está gestando un debate multidisciplinario al que no debemos perderle la pista.

Nota: el contenido de estas páginas  puede utilizarse en otros contextos siempre y cuando se cite al autor, se vincule la dirección si se trata de entornos de red o se cite la fuente cuando se trate de otros formatos. David Gutiérrez Fuentes.

jueves, 10 de mayo de 2012

Las metáforas del mundo on line 14


El imaginario digital

Pieter Brueghel/wikipedia
El fenómeno de replicación de noticias en la red nos está enfrentando a viejos dilemas, pero envueltos en adobes digitales con los que los usuarios de internet construyen numerosas torres de Babel. Saber escapar de ellas es una lección que debemos aprender cuando viajamos por internet con escafandras portátiles o de escritorio. De lo contrario, corremos el riesgo de terminar como la familia Robinson de Irwin Allen: Perdidos en el ciberespacio.

Mientras la realidad siga guardando un enorme parecido con la ficción, el riesgo será latente. La fascinación por las pantallas multidireccionales, nos expone también a un mundo de bonanza para la charlatanería y la réplica (tercera acepción) exponencial.

Hace unos meses, por ejemplo, se proyectó como noticia viral el siguiente disparate que tenía todos los visos de una excelente noticia, por el componente de justicia animal que llevaba implícita: Anaconda se come a diputado en Brasil. La cabeza, repetida en su momento en varios portales de noticias con algunas variaciones: Culebra se come a diputado, Insólito: serpiente se come a diputado en Brasil y varias más por el estilo en un número extenuante de entradas de Google, era apenas el ingreso a un “acontecimiento” sin desperdicio. Por ejemplo, en el portal de starmedia todavía se alcanzaban a leer estas el líneas el 9 de mayo de 2011:

"La anaconda se comió al diputado en Brasil cuando éste viajaba en una lancha en el río Amazonas. La serpiente lo sorprendió y se lo tragó casi de inmediato.

"De acuerdo a la viuda del diputado, el hombre había viajado al Amazonas para esconder una fuerte suma de dinero en la selva. El diputado era un legislador de Santa Catarina, Brasil.

"Un pescador local intentó ayudar al desafortunado hombre, pero no pudo hacer nada para rescatarlo de las fauces del reptil. 'Yo vi cuando la anaconda llegó, se enrolló y se lo comió. El pueblo comenzó a reír a carcajadas cuando conté que fue engullido', aseguró el pescador, relatando lo sucedido al diputado.

"Las autoridades de Brasil se encuentran investigando el caso."

Cuando leí la nota me llamó la atención que apareciera la misma imagen, que nadie consignara el nombre del diputado, pero, sobre todo, que se multiplicara de manera tan espectacular, con los consabidos “retuits”, “me gusta” y “g+”.

Diputado engullido por serpiente: G17
Ese día estaba cansado, pero me prometí que tan pronto pudiera, me daría a la tarea de seguir la pista de la simpática Anaconda que se comió al cleptómano. Cabe señalar que otras “fuentes”, señalan que el ofidio se lanzó sobre el legislador mientras éste contaba avariciosamente el dinero mal habido y bebía whisky a pico de botella.

Por desgracia la noticia resultó falsa. Sin embargo, la manera en la que encendió las pasiones de la comunidad digital, los comentarios entre ingenuos y sarcásticos que desató en varios de los sitios en la que se difundió y la dificultad que representó cuando estaba en su clímax conocer el origen de la fuente original: “G17. Umjornal de humor sem compromisso com a verdade” (G17. Un periódico humorístico sin compromiso con la verdad), son aristas de una noticia generada varios meses antes del día de los inocentes, que nos pueden dar pistas de cómo nos estamos “comunicando”.

Miguel Ángel Castillo fue un usuario que llegó al fondo de lo hechos. Quizá por el medio que difundió su desmentido (yahoo.noticias), su trabajo tuvo un alcance más equitativo. Lo cierto es que tras mi propia experiencia, yo no podría estar en desacuerdo con sus conclusiones:

"Luego surgieron versiones de que todo fue una broma, aunque casi sin intensidad y repercusión; después de todo, con seguridad deben ser pocas las personas que quisieran que esto no fuera realidad."

Conocer esas “otras versiones”, para mí sería de sumo interés. Pero se encuentran sepultadas entre toneladas de versiones ficticias. La posibilidad de compartir, manipular y recrear la misma noticia aunque sea falsa, crea realidades alternas que no siempre resultan verídicas. Si éstas, además, tienen un componente que refuerce la simpatía social (en este caso el castigo ejercido por un reptil hambriento contra un político ladrón) serán las que se impongan en el imaginario digital. En ese entorno, creer que eso pasó es más cómodo, pero obstruye la capacidad de reflexión porque niega la realidad, y las conclusiones alternas: acabar con la corrupción política, lastre global, es asunto de participación y solidaridad ciudadana, no de serpientes vengadoras. En ese contexto la noticia no pasa de lo anecdótico. Pero ¿qué hay de otras noticias que el imaginario digital da por buenas aunque resulten falaces? En el periodismo, como en otras actividades del conocimiento imbricadas en las redes, empezarán a tener mayor demanda los destructores de esas torres de Babel construidas por el imaginario digital. Esto es: no hay verdades únicas, pero si las hay más cercanas a la realidad que a la ficción.  

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Los párrafos en azul son citas de las fuentes vinculadas y citadas en el cuerpo de la nota. En los pies de la fotografía se enlaza la fuente original o recomendada.

Una primera versión de esta reflexión la publiqué en el diario Crónica de Hoy con el título: Serpientes y diputados

Nota: el contenido de estas páginas  puede utilizarse en otros contextos siempre y cuando se cite al autor, se vincule la dirección si se trata de entornos de red o se cite la fuente cuando se trate de otros formatos. David Gutiérrez Fuentes.

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